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jueves, 18 de febrero de 2016

30 años de "intensa amistad" entre Juan Pablo II y una mujer casada

Como muestra esta imagen, Tymieniecka (de espaldas) y Wojtyla fueron juntos de acampada.


"Buscaba desde el año pasado una respuesta para estas palabras tuyas: 'te pertenezco'".
"Y finalmente, antes de dejar Polonia, encontré un camino: un escapulario. (Con él demuestro) la dimensión en la que te acepto y te siento en todo tipo de situaciones, cuando estás cerca y cuando estás lejos".
Son palabras escritas por Karol Wojtyla el 10 de septiembre de 1976, dos años antes de ser ordenado Papa y convertirse en Juan Pablo II. Su destinataria: la filósofa estadounidense de ascendencia polaca Anna-Teresa Tymieniecka, una mujer casada.
Líneas como esas, contenidas en cientos de cartas, revelan la intensa amistad que ambos compartieron por más de 30 años.
Aunque no hay en ellas evidencias de que el sumo pontífice rompiera el voto de celibato.
La BBC tuvo acceso tanto a algunas de las cartas escritas por Juan Pablo II, aunque no pudo ver las escritas por la mujer al futuro Papa.
También existen fotografías que dan testimonio de tal relación.

Faceta poco conocida.
Los documentos muestran una faceta poco conocida de Juan Pablo II.
La amistad entre ambos comenzó en 1973, cuando Tymieniecka contactó con el futuro Papa, el cardenal Karol Wojtyla, entonces arzobispo de Cracovia, por un libro de filosofía que él había escrito.

El que sería el líder de la Iglesia católica (derecha) y Tymieniecka mantuvieron una relación 
de amistad durante tres décadas.

La mujer, que tenía entonces 50 años, viajó de Estados Unidos a Polonia para comentar el texto.
Poco después, ambos empezaron a intercambiar cartas.
El esposo de Tymieniecka era Hendrik Houthakker, un distinguido economista de Harvard que tras el colapso del comunismo aconsejó al Papa sobre economía.
Y en reconocimiento de esos servicios, el sumo pontífice le concedió el título de caballero papal.
El matrimonio tuvo tres hijos.

El esposo de Anna-Teresa Tymieniecka (derecha) era Hendrik Houthakker (izquierda), un distinguido economista de Harvard al que el Papa otorgó el título de caballero papal.


La primera misiva escrita por el cardenal fue formal, pero a medida que su amistad creció, la correspondencia empezó a ser más íntima. Además, decidieron trabajar conjuntamente en una versión más extensa del libro Osoba i Czyn ("Persona y acción", en polaco), un análisis fenomenológico escrito por Wojtyla sobre actuar humano y publicado en 1969. La versión definitiva, ampliada junto con Tymieniecka, se publicaría en inglés en 1979, y se titularía The Acting Person ("La persona que actúa"). Tras la colaboración se reunieron en varias ocasiones, algunas en presencia del secretario de Wojtyla y a veces solos. Y la correspondencia siguió.

Cuatro imágenes que definen la intensa relación de Juan Pablo II con América Latina.

En 1974 le escribió a Tymieniecka que estaba revisando cuatro de las cartas que ella le había enviado en un solo mes, porque eran "muy significativas y profundamente personales".
También hay fotografías que atestiguan la relación, que nunca se han hecho públicas y que muestran a un Wojtyla relajado.

Juan Pablo II y Anna-Teresa Tymieniecka en el Vaticano y al inicio de la relación.


Algunas son de caminatas en el campo y de jornadas de esquí a las que el futuro sumo pontífice invitó a su amiga. Tymieniecka incluso se unió a él en una acampada en grupo.
Y también hay imágenes en las que se ve a la filósofa visitando al ya Papa en el Vaticano.
"Aquí está uno de las pocas figuras trascendentales de la vida pública del siglo XX, el jefe de la Iglesia católica, en una intensa relación con una mujer atractiva", dice Eamon Duffy, profesor emérito de Historia del Cristianismo en la Universidad de Cambridge, de Reino Unido.

"Regalo de Dios".
En 1976 el cardenal Wojtyla asistió a una conferencia católica en EE.UU.
Y Tymieniecka lo invitó a quedarse con su familia en la casa de campo que ésta poseía en Nueva Inglaterra, en en noreste del país. Las cartas escritas por el futuro Papa después de aquel viaje reflejan a un hombre que lucha por encontrar sentido, en términos cristianos, a su relación, por lo que hace pensar que ella pudo haber revelado intensos sentimientos por él. En una de estas cartas, fechada en 1976, él escribe: "Mi querida Teresa, he recibido las tres cartas. Escribes que estás destrozada, pero no puedo encontrar respuesta para esas palabras".
Y la describe como "un regalo de Dios".

Tymieniecka visitó a Juan Pablo II varias veces en el Vaticano.


La BBC no ha visto las cartas escritas por Tymieniecka.
Se cree que copias de estas fueron incluidas en el archivo vendido a la Biblioteca Nacional de Polonia en 2008, seis años antes de su muerte. Pero no estaban junto a las cartas del Papa cuando éstas fueron mostradas a la BBC. Y la Biblioteca Nacional de Polonia no ha confirmado aún que tenga las cartas de la filósofa. Marsha Malinowski, una comerciante de manuscritos raros que negoció la venta de estas cartas, cree que Tymieniecka se enamoró del cardenal Wojtyla en los primeros días de su relación de amistad.
"Creo que se refleja completamente en su correspondencia", le dijo a la BBC.

El cardenal Wojtyla tuvo varias amigas, incluida Wanda Poltawska, una psiquiatra 
con la que también se escribió durante décadas.


Tal era su amistad, que el que sería el líder de la Iglesia católica le dio a Tymieniecka una de sus posesiones más preciadas: un escapulario, un objeto devoto formado por dos pedazos pequeños de tela unidos con dos cintas largas para echarlo al cuello.
Así lo revelan las líneas contenidas en una carta fechada en 10 de septiembre de 1976 con las que empieza este artículo. El 16 de octubre de 1978, tras dos días de deliberaciones del cónclave, Wojtyła fue elegido sucesor de San Pedro. E inmediatamente después se dirigió a su amiga."Te escribo tras el evento (su elección como Papa), para que la correspondencia entre nosotros continúe", dice la carta.
"Prometo que en esta nueva etapa de mi viaje recordaré cada cosa", agrega.

Varias amigas.
El cardenal Wojtyla tuvo varias amigas, incluida Wanda Poltawska, una psiquiatra con la que también se escribió durante décadas. Pero las cartas que intercambió con Tymieniecka fueron en ocasiones emocionalmente más intensas, y en algunas analizaba el significado de su relación.

Juan Pablo II fue canonizado en 2014, durante el pontificado de Francisco.


El papa Juan Pablo II murió en 2005, tras un pontificado de casi 27 años.
Y fue canonizado en 2014, durante el pontificado de Francisco.
Ese proceso suele ser largo y complejo, ya que se establece la duda procesal de si el candidato a santo "ha vivido las virtudes cristianas en grado heroico", o si ha sufrido martirio por causa de la fe, y además se requiere de la realización confirmada de dos milagros.
Cómo funciona la maquinaria de hacer santos en la Iglesia
Pero Juan Pablo II fue declarado santo en nueve años, muy rápido comparado con otras canonizaciones.
Normalmente el Vaticano suele pedir todos los escritos públicos y privados a la hora de considerar a un candidato a santo, pero la BBC no ha podido confirmar si la Santa Sede revisó las cartas enviadas por Wojtyla a Tymieniecka. Y los expertos consideran eso algo crucial.
La Congregación para las Causas de los Santos, una de las nueve congregaciones de la Curia Romana –el conjunto de órganos de gobierno de la Santa Sede y la Iglesia católica–, explicó a la BBC que les corresponde a los católicos particulares decidir si deben enviarles los documentos o no.
"Todos nuestros deberes fueron cumplidos", contestó a la BBC por medio de un comunicado.
"Todos los documentos enviados por los fieles en respuesta al edicto y todos los documentos hallados en archivos importantes fueron estudiados".

Juan Pablo II y Anna-Teresa Tymieniecka.


Quien sí tuvo que haber sabido de la relación fue el régimen comunista de Polonia, de acuerdo a lo que cuenta el doctor Marek Lasota, quien estudia documentos de la época comunista en el Instituto Nacional de la Memoria de Cracovia. En la década de 1970 cualquier relación entre un religioso y una mujer era algo arriesgado. El régimen comunista de Varsovia consideraba a la Iglesia católica su enemiga y la policía secreta –Służba Bezpieczeństwa, el Servicio de Seguridad del Ministerio de Asuntos Interiores o, simplemente, SB–, vigilaba a sus líderes constantemente.
Lasota dice que la SB tenía un interés particular en el cardinal Wojtyla.
"Instalaron (aparatos para llevar a cabo) escuchas telefónicas en su apartamento, y su teléfono estaba intervenido", dice. "Cada carta era interceptada y revisada, tanto las privadas como las oficiales".

Juan Pablo II y Anna-Teresa Tymieniecka.


"Fascinante".
La Biblioteca Nacional de Polonia se opone a la interpretación de que la de Wojtyla y Tymieniecka fuera una relación única.
La institución insiste en que fue una de muchas amistades que el Papa tuvo a lo largo de su vida.
Pero Carl Bernstein, el veterano periodista y ganador del Pulitzer por destapar el "escándalo Watergate" junto a Bob Woodward cuando ambos trabajaban para el diario estadounidense Washington Post, disiente.
Él fue el primer escritor en señalar la importancia de Anna-Teresa Tymieniecka en la vida de Juan Pablo II.
La entrevistó en la década de 1990 para el libro His Holiness ("Su Santidad Juan Pablo II y la historia oculta de nuestro tiempo"), que escribió junto al especialista en temas del Vaticano Marco Politi.
"Estamos hablando del santo Juan Pablo. Es una relación extraordinaria", dice.
"No es ilícito, pero sí fascinante. Cambia nuestra percepción de él".

Cartas encontradas.




Del artículo original:
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/02/160215_papa_juan_pablo_segundo_relacion_amistad_intensa_mujer_casada_anna_teresa_tymieniecka_lv?ocid=socialflow_facebook
Las fotos y cartas que revelan la "intensa amistad" de 30 años del papa Juan Pablo II con una mujer casada. Redacción BBC Mundo, 15 de febrero de 2016.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

La desaparición de Emanuela Orlandi y la tardía memoria del exorcista del Vaticano

Gabriele Amorth, exorcista del Vaticano, y Emanuela Orlandi.


Todo era absolutamente normal en la vida de Emanuela Orlandi. Sus amistades, sus estudios, sus sueños. Todo parecía estar en su lugar, todo daba la sensación de estar encaminado para esa joven que tenía todo un mundo por delante. Era bella, aplicada, querida. Todo era normal hasta el fatídico 22 de junio de 1983, momento en el desapareció para nunca más ser encontrada.
El caso provocó estupor en los medios y como tantas otras veces, el tiempo hizo que la noticia de su desaparición se vaya esfumando de a poco hasta prácticamente desaparecer. Sus familiares y amigos, sin embargo, siguieron con la infructuosa búsqueda, año tras año, alzando su voz y movilizándose hasta donde sea y como sea.
El caso de Emanuela Orlandi se convirtió en objeto de debates y diferentes interpretaciones a lo largo de los años con mayor o menor intensidad, hasta que la bomba estalló nuevamente y de la manera menos pensada.
Pocas son las cosas que se pueden esperar de boca de Gabriele Amorth, el principal exorcista del Vaticano hoy en día, pero si hay algo que no se podía sospechar saliera de su boca era precisamente algo relativo a la suerte corrida por aquella joven inocente de toda inocencia, Emanuela Orlandi.

Amorth habló a principios de 2012 y lo que dijo no debería haber caído en saco roto (como lo han hecho caer). El exorcista oficial del Vaticano dijo muy suelto de cuerpo (y amparado vaya uno a saber por qué grandes poderes y personajes... todos imaginables) que la joven fue atrapada y convertida en esclava sexual por un grupo de pederastas dentro del Vaticano. La nefasta organización, aparentemente liderada por un alto rango de la Guardia Suiza (Custodia personal del Papa...)  se encargaba de "reclutar" jóvenes destinadas a ser abusadas en fiestas privadas dentro de la mismísima "Santa Sede". La red delictiva involucraba también a integrantes de una embajada del Vaticano en el exterior (de Italia).
Según el inescrupuloso Amorth, Orlandi habría sufrido el peor de los finales tras ser vejada y ultrajada a piaccere por algunas eminencias ecleciásticas, tras lo cual, le dieron muerte para finalmente hacerla desaparecer de la faz de la Tierra.

Hermano de Emanuela Orlandi protestando a las puertas del Vaticano en 2012.


A más de tres décadas de la extraña desaparición de Emanuela Orlandi, no pocas han sido las críticas recibidas por el Papa Benedicto XVI, quien ha sido blanco de duros comentarios de familiares, amigos y organizaciones que no han bajado los brazos en su búsqueda de la verdad para que Emanuela descanse en paz y los criminales responsables sean finalmente castigados. El Papa ha demostrado poco (o ningún) interés en el caso de Emanuela Orlandi y así las cosas, son muchos los que sostienen que los pedófilos, asesinos criminales, responsables de esa atrocidad, siguen caminando por los jardines y pasillos del Vaticano hoy en día. La "frutilla de la torta" la aportó hace un tiempo el resonante caso de Vatileaks, sacando algunos cuanto trapitos al sol, también (para desgracia de muchas autoridades vaticanas...) sobre este dramático tema de la desaparición de Emanuela Orlandi.

Para dar el "tiro de gracia" sobre el inerte cuerpo de Emanuela Orlandi, Gabriele Amorth disparó algunas cosas más. Dijo el exorcista: "No busquen afuera. Investiguen dentro del Vaticano..."

Habrá que investigar entonces...

martes, 13 de noviembre de 2012

La inesperada Misa en el Vaticano por un Pontífice vivo


La bula papal anunciaba oficialmente la muerte del Papa. Los preparativos, en medio del apuro lógico por las angustiantes circunstancias, se apresuraron y de buenas a primeras se decidió la celebración de una misa extraordinaria en la Basílica de San Pedro a las 6 mañana. Los pasillos vaticanos fueron de inmediato el escenario perfecto para el comienzo de las conspiraciones disfrazadas de lógicos movimientos sucesorios.
Los funcionarios de la Curia Romana aceleraron las negociaciones para dar comienzo a la futura quiniela que daría paso al sucesor, al tiempo que detenían sus actividades en "solidaridad" con el Pontífice muerto. Cuando el Papa deja de ser Papa, ellos, los burócratas de la Curia, también dejan de ocupar los puestos que ocupan y vuelven a ser "simplemente" Cardenales. Las actividades vaticanas se detenían en el tiempo y una vez que el celebrante de la inesperada misa en San Pedro se quitaba de encima la casulla, la noticia caía sobre el Vaticano como baldazo de agua helada.

El Papa no había muerto. Todo lo contario. El Pontífice reposaba en su alcoba plácidamente más allá de su físico que ya por entonces comenzaba a pasar factura por tantos viajes alrededor del mundo y también seguía haciendo resonar las consecuencias de aquel fallido atentado de años atrás.
Despuntaba el sol, ya en la mañana de un frío día de septiembre de 1994, y a Juan Pablo II aún le quedaban más de 10 años de ajetreada e inquieta vida.

Sin embargo desde el mismísimo seno de la Curia Romana, diseñado por la mente de algún importante, oscuro e influyente personaje que solía deambular por los pasillos del Vaticano, se había lanzado la noticia de la muerte del Papa como si fuera un filoso y traicionero puñal. A alguien le había salido, definitivamente, mal el plan.