domingo, 29 de septiembre de 2013

Oskar Schindler: el gran simulador

¿Fue un moderno San Pablo del Siglo XX como pretenden hacer creer? ¿Converso aparente, iluminado por un mensaje del más allá, impulsado por una fuerza superior? ¿o simplemente un cínico oportunista y manipulador? Oskar Schindler ha pasado a la historia, gracias al rótulo impuesto por el Museo Yad Vashem de Jerusalén,  como el "justo entre las naciones" siendo recordado y homenajeado como un ángel salvador de vidas humanas, dispuesto a rescatarlas de las garras del sanguinario Partido Nacional Socialista, al cual él pertenecía y tan efectivamente servía. El cine de Hollywood puso su "granito de arena" para presentar a Schindler en sociedad como un humanitario benefactor de miles de víctimas inocentes durante la Segunda Guerra Mundial y para convertirlo de buenas a primeras en un ser venerable y digno de todo reconocimiento. Pero su realidad era... sensiblemente diferente. Curiosamente viajó a la Argentina peronista en 1949 desde Génova con un certificado que lo acreditaba como "técnico mecánico", igual que varios jerarcas nazis fugitivos de entonces. Aquí la Historia Lado B de Oskar Schindler, el gran simulador.

Por Marcelo D. García para Historias Lado B

Oskar Schindler.


Una cuestión de oportunismo.
El oportunismo es una forma específica de responder a las oportunidades, la cual implica priorizar el interés propio y obviar principios éticos relevantes para lograr ciertas metas o para resolver preocupaciones compartidas por un grupo. A veces, el oportunismo es definido también como la habilidad de capitalizar los errores de otros, utilizar oportunidades creadas por los errores, debilidades o distracciones de los oponentes en beneficio de uno mismo.

Oskar Schindler, nacido el 28 de abril de 1908 en Svitavy (Imperio Austro-Húngaro, luego Checoslovaquia, hoy República Checa) fue un gran oportunista, el mejor. El más hábil de todos los cínicos oportunistas que tras haber llevado una vida enfocada pura y exclusivamente en la consecución de beneficios personales, tras haber sido no sólo un fiel simpatizante del Partido Nacional Socialista sino también un importante elemento del contraespionaje hitleriano; supo huír (no sin ayuda y complicidad de otros...) de esa realidad incontrastable gracias a negocios oscuros, redes de contactos, arreglos inmorales, silencios extraños y, como si fuera poco, una gran ayuda del cine norteamericano gracias a la película "La lista de Schindler" perpetrada falazmente por Steven Spielberg. La historia oficial pinta a Schindler como un abnegado industrial de la Alemania nazi que descubrió mágicamente la luz al final del túnel y exponiendo su propia vida se dedicó a salvar a miles de judíos que trabajaban en sus fábricas. Extraña habilidad la de Oskar Schindler, para pasar a la posteridad como "justo entre las naciones" (Museo Yad Vashem en Jerusalén) cuando en realidad hubo centenares de Schindler; por no decir miles. Y tantos Schindler hubo en la Alemania nazi como empresarios afiliados al partido que producían a favor de la maquinaria bélica hitlerista y que utilizaban mano de obra (judía y no judía) de "trabajadores" que en realidad no eran tales sino que eran indefensos esclavos. Oskar Schindler ha sido un hábil y útil empresario nazi, pero fundamentalmente ha sido un espía al servicio del aparato de contraespionaje alemán, oficial de las SS, siendo una pieza fundamental en el engranaje destinado a ubicar, delatar, detener y confinar (incluso matar) a la oposición que enfrentaba al régimen de Hitler.
A partir de estos datos fundamentales y sin perder de vista los materiales bélicos indispensables para las campañas guerreras del Tercer Reich que Schindler producía en sus fábricas, podremos comprender en dónde estuvieron las mentiras que terminaron forjando el mito de Oskar Schindler, el supuesto benefactor de la humanidad, el salvador de prisioneros-esclavos judíos, el gran simulador.


Oskar Schindler en su hábitat natural: el ambiente nazi.


Ubicando a Oskar Schindler en la realidad de entonces.
Los relatos que hablan sobre la vida y los hechos de Oskar Schindler tienen como origen dos fuentes fundamentales y de primera mano pero, totalmente distintas entre sí: la de las memorias del propio Schindler y la de las memorias de su exesposa, Emilie. Son los dos relatos a partir de los cuales se puede reconstruír el paso de Oskar Schindler por esta vida. Oskar Schindler redactó sus memorias al poco tiempo de haber culminado la Segunda Guerra Mundial, con los recuerdos bien frescos como para saber qué cosa contar y qué cosa ocultar. Por el lado de su exesposa, las memorias fueron escritas un tiempo después y en la mayoría de los pasajes las diferencias con la versión aportada por Oskar Schindler son llamativamente sorprendentes.
La historia de Oskar Schindler, al ser difundida por el "relato oficial", muestra aristas  que no pueden menos que llamar la atención y mover a la duda, o por lo menos generan inquietudes que son en realidad muy sencillas de rabatir. Oskar Schindler fue un empresario alemán que no escapó a las generales de la "ley" de aquellos tiempos del oscurantismo nazi. Fue parte sustancial de un mecanismo que se encargaba básicamente de apoderarse de negocios o fábricas ajenas (por lo general de personas judías); comenzar a producir lo que el estado nacional socialista de Hitler le pedía hacer; utilizar la mal llamada "mano de obra barata" (léase: trabajadores esclavos) y (aquí comienza a aparecer un elemento fundamental en la historia de Schindler) dedicarse al "cuidado" y la "preservación" (bien marcadas las comillas) de esos pobres e indefensos esclavos (no siempre y no exclusivamente judíos, aunque éstos eran la inmensa mayoría). El tema del "cuidado" y la "preservación" de los esclavos de las diferentes fábricas e industrias que producían para la máquina de guerra hitleriana tiene una simple y sencilla explicación: los "patrones" de las fábricas (generalmente tomadas a la fuerza, como en el caso de Oskar Schindler) "necesitaban" imperiosamente que esos trabajadores-esclavos subsitieran para, simplemente, seguir produciendo en su propio beneficio y el del Tercer Reich. Hay que olvidarse de cuestiones humanitarias y de conciencia aquí. Los empresarios y productores alemanes nazis sólo buscaban "extender la vida" de sus esclavos con esa finalidad: lograr mayor producción en su beneficio.

Oskar Schindler: Oficial de las SS y espía alemán.
La historia oficial se empeña sistemáticamente en colocar a Oskar Schindler en un lugar en el que no merece estar. Llevará unos cuantos años determinar las verdaderas y precisas razones que se ocultan detrás de la máscara artificial y mentirosa que muestra a Schindler como un benefactor de la humanidad, en particular de una gran cantidad de esclavos judíos. La mención del Museo Yad Vashem de Jerusalén es algo digno de todo destaque dentro de esta trama destinada a hacer creer una cosa por otra. Los ejemplos sobre ésto que planteamos abundan y sobran, todos simples y concretos datos históricos. Mientras que otros empresarios alemanes usaban "mano de obra esclava" en sus fábricas, Oskar Schindler es presentado como un industrial que empleaba "trabajadores" extranjeros o de religión judía. Mientras que los otros industriales eran nazis confesos, Schindler (SS e integrante del servicio de contraespionaje alemán) se había acercado al Nacionalsocialismo para "proteger" sus "empleados". Mientras todos los empresarios e industriales nazis alimentaban a sus esclavos para obligarlos a producir más y más, Schindler en realidad (decían algunos) los alimentaba sólo porque los respetaba y pretendía salvarlos. Lo dicho: Schindler hubo miles, sólo que para todos los demás se utilizó un discurso y en su caso se utilizó otro diametralmente opuesto.
En 1930 Schindler se afilió al partido Nacionalsocialista, el partido Nazi para ser más claros, y dado su lugar de residencia en Checoslovaquia, dados sus contactos en el país y dado que estaba más que dispuesto a producir en favor de la maquinaria de guerra de Hitler, fue promovido a oficial de las SS y convocado para ser un tiempo después enlace y espía de los nazis en su país, con todo lo que ser un espía significaba. Cuando Hitler decide poner su pesada bota sobre Checoslovaquia en 1939, los contactos de Schindler con la Gestapo eran muy fuertes y estrechos y de ese modo se lo convocó para que lisa y llanamente se convierta en espía del servicio de contraespionaje, con el objetivo de ubicar, delatar y encarcelar (la muerte de los detenidos era una de las posibilidades) a los opositiores, entre los cuales había además de personas judías, socialistas, comunistas y gente de otras ideas políticas y religiosas contrarias al nazismo. Schindler fue una pieza fundamental en esa tarea de la Gestapo en Checoslovaquia, fue un integrante certero, efectivo y letal a la hora de "escrachar" gente y no precisamente para salvarla...

Oskar Schindler y sus "empleados" en la fábrica de Polonia.


Cuando el 1° de septiembre de 1939 Alemania invadió Polonia con su Guerra Relámpago, Schindler siguió la sangrienta estela dejada por la Wehrmacht para seguir sacando réditos personales. Los años habían pasado desde aquel lejano 1930 con su afiliación al nazismo. Mucho tiempo había transcurrido desde el ascenso obseno y sanguinario de Hitler al poder en 1933 y muy claras habían quedado ya las intenciones hitlerianas respecto de la expansión territorial, la "pureza" racial y los insensatos postulados sobre los judíos, de modo tal que para 1939 Schindler ya debería haber "abierto los ojos" ante la cruda realidad, sólo que eso no sucedió. No dudó en afincarse en la Polonia devastada y sacar su nueva tajada.
Volviendo a lo sucedido en Polonia, Oskar Schindler "se puso al frente" de una fábrica de utencillos de loza en la ciudad de Cracovia. Los nazis y sus habilidades obligaron a una familia judía a "ceder" la fábrica en Cracovia. El procedimiento no tuvo ninguna diferencia a la de otros centenares o miles de casos de usurpación violenta. La "Deutsche Emaillewaren-Fabrik" era una fábrica de ollas y enlozados, con impecables instalaciones que (pistola Luger en la sien de su propietario mediante)  pasó a manos de Schindler de la noche a la mañana. La historia oficial en cambio habla de "adquisición" de la fábrica de parte de Schindler y va más lejos aún estableciendo falazmente que hasta el final de la guerra Schindler se dedicó a producir allí ollas para el ejército alemán. Mentira. Schindler y sus superiores de las SS decidieron que una gran parte de la planta fabril se destinara a la producción de proyectiles, los mismos proyectiles que mataban rivales políticos, enemigos en el campo de batalla o bien seres indefensos en los infernales campos de la muerte. Eso producía Schindler: muerte.
Schindler no era un "bicho raro" en las filas nazis, por lo cual todas las teorías que pretenden hacerlo quedar como un sensible y humanitario empresario alemán que "boicoteaba" al Tercer Reich carecen de todo fundamento. Tan importante era la industria "adquirida" por Schindler en Polonia que la plana mayor nazi le hacía caso a pie juntillas ante cada uno de sus requerimientos. Entre esos requerimientos estaba el que en determinado momento le hizo al capitán Amon Goeth. Goeth se encargaba de "dosificar" la salida de trenes con prisoneros destinados a los campos de Auschwitz; Treblinka y Sobibor, ni más ni menos. Esa tarea la coordinaba desde el cercano campo de Plazsow, Polonia, lugar que regenteaba "a piaccere".


Schindler y sus "protegidos" frente a la "Deutsche Emaillewaren-Fabrik".


Schindler convino con Goeth que se le enviaran a la fábrica "adquirida" muchos de aquellos prisioneros destinados a una muerte segura en el campo. La mano de obra barata (léase: esclavos a los que no se les pagaba) Los recibía sistemáticamente y los ponía a trabajar produciendo municiones y los alimentaba no por amor e interés humanitario por ellos, sino por su ya famoso oportunismo y los beneficios (económicos) que de eso obtenía. No era, como dijimos,un "bicho raro" nazi; era uno más entre tantos empresarios y fabricantes nazis que hacían lo mismo que él con un único y simple objetivo: que sus esclavos subsistieran para que produjeran más, mucho más. De modo tal que para que eso fuera posible, la "correcta" alimentación y el cuidado de los mismos llegaba por añadidura.
Nuevamente la "extraña diferencia" en el discurso oficial: los demás esclavizaban, él... protegía y cuidaba. Los demás tenían "esclavos"; él empleaba trabajadores...
Y otra mentira más: la leyenda cuenta que Schindler producía municiones defectuosas y que esa producción llegaba a las huestes hitlerianas. Los nazis no eran tontos. Si Schindler hubiese hecho eso efectivamente durante tanto tiempo y de forma sistemática y repetida, hubiese recaido sobre sus espaldas la acusación de alta traición (así se consideraba), y seguramente hubiese visto el final de sus días frente a un pelotón de fusilamiento u obligado a introducir una cápsula con cianuro en su boca. Esas "traiciones" en la cosmovisión nazi, se pagaban así. Pero no fue el caso, los hechos han demostrado que las municiones que fabricaba Schindler eran muy efectivas y funcionaban bien, por eso siguieron ayudándolo, escuchando sus requerimientos y protegiéndolo... La versión de las "municiones defectuosas" es otra de las enormes mentiras que giran en torno al inventadísimo humanismo de Schindler. Una verdadera patraña.

Amon Goeth, el amo del campo de Plazsow.


Relatos diferentes.
A esta altura, vale la pena destacar que las memorias de Oskar Schindler y las de su exesposa Emilie difieren radicalmente, no ya en fechas o lugares, sino en la intención de lo actuado. Mientras Schindler se encargó de dejar de lado y omitir decenas de hechos complicados, Emilie remarcaba en su diario personal (luego parte de sus memorias), la preocupación por las acciones de su mujeriego, bebedor y farsante esposo. Emilie ponía debido énfasis en las malas condiciones de vida de los "trabajadores" de la fábrica. No dudaba en llamarlos "esclavos" (Oskar Schindler los llamaba "trabajadores") y sentía pánico por caer detenida junto a su marido por las atrocidades que significaban tener allí, bajo su mirada y responsabilidad a miles de personas esclavizadas.
Mientras Schindler se "preocupaba" por la "alimentación y el cuidado" de sus trabajadores, a Emilie le dolía ver esa realidad trastocada y sentía en carne propia la frialdad de aquel gran simulador y mentiroso oportunista que era Oskar Schindler. Emilie Schindler lo sabía: su esposo había salido por la puerta trasera de Checoslovaquia, tras haber delatado amigos, conocidos y compatriotas. Había seguido la llamarada nazi a Polonia sin condicionamientos, espiaba, ultilizaba esclavos y sobre el final de la guerra había logrado que los nazis (él mismo) trasladaran la fábrica y sus "empleados" a otro lugar. Emilie también sabía que 14 años desde aquel 1930 era demasiado tiempo como para que Oskar "no se diera cuenta de la realidad". Su triste conclusión fue: Schindler sabía lo que hacía, estaba convencido de su valor para la máquina de guerra nazi y no sentía el más mínimo remordimiento por lo actuado. Después de todo era uno más de ellos, un nazi y un criminal.

Cambio oportunista de estrategia: Oskar Schindler y el Joint.
Va surgiendo "el nuevo" Oskar Schindler, nace el "converso", el hombre que logra "abrir los ojos", con su acercamiento al "Joint" (un hecho no poco importante en su vida), pero... ¿Qué es el  "Joint"?
El Comité de American Jewish Joint Distribution (también conocido como "el conjunto", el "Joint" o el JDC) es una organización de ayuda judía en todo el mundo con sede en Nueva York. Fue establecido en el año 1914 y está presente actualmente en más de 70 países. JDC, o "Joint", ofrece ayuda a las comunidades judías de todo el mundo a través de una red de programas de asistencia social y comunitaria. En 1945 (momento en el que "mágicamente" se produce la milagrosa "conversión" del gran nsimulador), el "Joint" cruzó sus caminos con el oportunista Oskar Schindler.

Veamos de qué manera se relata este episodio no tan conocido de la vida de Shindler en el libro "Oskar Schindler: fabricante de la muerte" (Alex Szarazgat, Ed. Nuestra América, 2003, pag. 196/197):
"Su relación con el Joint.
Este episodio, como tantos en la vida de Oskar Shindler, tiene varias versiones, generalmente contradictorias. Según Oskar, fue el mayor Franz von Korab ("halbjude" - medio judío por parte de la madre) jefe en Cracovia, que lo contactó con el Joint que operaba probablemente desde el Hotel Gellert - Budapest (Hungría). El representante permanente de ese organismo, durante la guerra, fue el Dr. Kasztner, el mismo que negoció con Eichmann el tétrico operativo "Blut für ware" (Sangre por mercadería). Como enlace operó el odontólogo Rudolf Sedlatschek.
Este último tenía a su cargo otros grupos judíos en Polonia y en el Protectorado (exChecoslovaquia). También cumplía misiones especiales en Turquía. El contacto Oskar Schindler - Kasztner fue promovido por Sedlatschek. éste, en otra oportunidad, solicitó la ayuda de Schindler para hacer llegar, en forma segura, cartas de Israel (Palestina) a personalidades judías internadas en los campos de concentración.
Schindler afirma que, luego de un minucioso análisis y un intercambio de opiniones con el Dr. Chaim Hilfstein, Magister Salpeter, los hermanos Stern y otros, todos ellos prisioneros-obreros-esclavos, construyó una red eficiente de comunicaciones entre su fábrica, el campo de concentración Plazsow, Israel (Palestina) y Estados Unidos, que funcionó vía Kasztner-Budapest.
Schindler presentó al Dr. Sedlatschek al comandante del campo de concentración de Plaszow, Goeth, quien lo invitó a efectuar una recorrida por el mismo.
¿Es imaginable, conociendo las estructuras jerárquicas de los nazis, que Goeth, sin previa autorización de sus superiores, sólamente a instancias de su amigo Schindler, invitara al judío Sedlatschek a recorrer el campo de concentración? ¿Quienes eran las autoridades que permitieron ese insólito paseo? ¿quién lo promovió? ¿con qué finalidad? ¿Cómo era la relación de Schindler con Goeth? ¿No era que lo consideraba perverso, un sádico? ¿O esta evaluación la hizo después de su "transformación" interior?


Oskar Schindler en Cracovia, 1942.


Oskar Schindler relata que Sedlatschek, con autorización del Joint, entregó  grandes sumas de dinero a los prisioneros judíos-obreros-esclavos de la fábrica de Schindler y menciona entre los beneficiados nuevamente a los prisioneros Dr. Hilfstein, Bankier, Salpeter, Stern, etc.
Por otra parte admite haber recibido de Sedlatschek, en tres oportunidades, sumas grandes. Recuerda (Schindler) dos cifras: 75.000 y 50.000 marcos respectivamente, pero no aclara si se refiere a las 3 entregas mencionadas o a otros aportes.
Schindler viajó varias veces -cuatro- a Budapest. La estadía nunca duró más de 2 días, para evitar, según él, que su ausencia llamara la atención. En la actitud de Schindler o en lo que expresa luego en sus cartas hay una notable incoherencia. ¿No efectúa una autodenuncia con la aparición del judío Sedlatschek como visitante oficial en el campo de concentración de Plaszow?
¿Cómo explicó a Goeth y los otros SS la presencia de este judío? ¿De dónde lo conocía? En la primera reunión con Kasztner participó el Dr. Springmann. Schindler afirma haber facilitado al Joint informaciones precisas sobre la situación en su fábrica y en el campo de concentración de Plaszow. Además informó sobre las medidas implementadas por las SS, las posibilidades de ayuda y los caminos a seguir. Los interlocutores expresaron su conocimiento por su "obra maravillosa" a favor de los judíos perseguidos, e instaron a mantener e incrementarla, sin prejuicio de sacrificios materiales . Cuando arreciaba la persecución nazi y en los campos de concentración morían millones de seres humanos, Kasztner a través de Sedlatschek, le hizo saber a Schindler que personalidades estadounidenses, incluso el exembajador austríaco Steinhart, quien estaba en Estambul (Turquía), tenían interés en conversar con él para recibir un informe exhaustivo sobre la actualidad en Polonia, la liquidación de los ghettos y de los campos de exterminio. Ese viaje aparentemente nunca se realizó.
La versión de la señora (Emilie Schindler) no coincide -como otras veces- con la de su esposo. Ella recuerda que en Mayo de 1945, cuando las tropas soviéticas y americanas (?) ya habían liberado el territorio checoslovaco Oskar venía de tener entonces una serie de entrevista en Estambul (Turquía) con la fundación judía Joint, empeñada en salvar la mayor cantidad de personas posible. También se habían reunido en Budapest con un tal Cedlatchek que se había conectado con mi esposoa través de Bankier, el anterior dueño de la fábrica de Cracovia".

En otro pasaje del libro  "Oskar Schindler: fabricante de la muerte" (Alex Szarazgat, Ed. Nuestra América, 2003, pag. 198) podemos leer lo siguiente:
"Marzo 1943. Por órdenes superiores y dentro de una programación general fue cerrado el ghetto de Cracovia. Todos los judíos fueron trasladados al campo de concentración de Plaszow, con la orden expresa de su rápida eliminación.
Según Erika Rosenberg, la "Deutsche Emaillewaren-Fabrik", propiedad de Schindler, contaba con 1750 obreros-esclavos y fue declarada de interés militar. No hay que ser muy perspicaz para entender que el "interés militar" no se centraba en las ollas y utencillos de cocina de los que la pareja (los Schindler) habla sin cesar.
En realidad Oskar Schindler había montado una fábrica de materiales bélicos. Una estimación muy conservadora: (contando con maquinaria obsoleta, lo que no es probable) la producción de proyectiles alcanzaba para eliminar varios ejércitos. Oskar Schindler protestó contra las autoridades nazis por el envío de obreros-esclavos polacos al Reich, ya que así se debilitaba la producción en los territorios ocupados. Se enorgullece de un acuerdo celebrado entre él (Schindler) y la Gestapo, donde convinieron NO matar a los judíos dispersos -o sea los fugitivos que habían logrado escapar de los campos de concentración o de eludirlo- sin en enviarlos a las fábricas cercanas de armamentos.

¿Cuál era el puesto que este personaje ocupaba realmente en la jerarquía oficial para que le den lugar para protestar y celebrar convenios con la Gestapo?

No cabe dudas que Schindler sabía defender sus intereses y tenía las conexiones para intentarlo. Pertenecía a la llamada línea "industrialista", sostenida por un sector de la administración, que privilegiaba -de acuerdo a innumerables documentos- la producción bélica. Ello significó la "protección" de la mano de obra disponible".

De todo lo expuesto con anterioridad ya no quedan dudas sobre el proceder concreto de Oskar Schindler y de su muy reputada posición no sólo entre las líneas medias y altas de las SS y la Gestapo, sino también sobre la buena "llegada" de este inescrupuloso, oportunista y simulador con las altas esferas del poder nazi en Berlín. Una vez decidido el traslado de "su" fábrica de alto interés militar desde Cracovia hasta otro lugar, Schindler se tomó el atrevimiento de, en su viaje a Berlín, recomendar las zonas de Reanania y Austria para la instalación de la fábrica. Finalmente, tras escucharlo atentamente, se determinó que la planta industrial se insatalara en Brunnlitz (Checoslovaquia o Protectorado). La plana mayor nazi, le dedicaba todo su tiempo a un Schindler con tremendos contactos entre los nazis, tal era la posición de este personaje en las altas esferas del poder dictatorial y criminal de la Alemania del Tercer Reich. Oskar Schindler, en mayo de 1945 aún no había experimentado su mágica e instantánea "transformación". Schindler sintió esos deseos incontenibles de "colaborar humanitariamente" una vez que advirtió (como tantos) que los Aliados avanzaban imperturbables sobre las líneas alemanas y sus dominios.
Iba surgiendo el "nuevo" Schindler...el que "luchaba contra los nazis a favor de los judíos"... Y allí, finalmente instalado en su natal Checoslovaquia, en Brunnlitz, vería el avance inexorable de los soviéticos. La historia sigue así...


Arriba: Niños judíos rescatados por el "JOINT" Comité Judío Estadounidense (American Jewish Joint Distribution Committee - JDC).  Abajo: trabajos forzados en el campo de Plazsow (foto: ushmm.org).

Esclavos judíos en el campo de Plazsow (foto: ushmm.org).


Llegan los rusos: se arma la "lista".
A medida que la guerra avanzaba y cuando ya en las postrimerías de la conflagración mundial el final (sólo en los campos de batalla) del Tercer Reich resultaba evidente, la plana mayor nazi decidió entre otras cosas cerrar varios campos de concentración ante el inminente avance soviético desde el Este. Entre otros, uno de los campos que se cerraban era el de Plazsow, que no era sino aquel desde donde llegaban a la fábrica "adquirida" por Schindler los "trabajadores" (léase: esclavos) para seguir produciendo.
Llegamos a 1944 (a muchos años desde aquel 1930, año de su afiliación al nazismo...) y Schindler, como hemos dicho, decidió viajar directamente a Berlín para gestionar "el pase" de los "trabajadores" de la "Deutsche Emaillewaren-Fabrik" a otro lugar que no cayera bajo las garras de los soviéticos. En Berlín escucharon a Schindler y en pleno fragor de lo más descarnado de la guerra dieron cabida a sus pedidos. Los trabajadores de "su" fábrica polaca serían trasladados a otra planta industrial más protegida.

Pensemos lo siguiente, a finales de 1944, si había algo que la Alemania nazi necesitaba eran dos cosas: armas (o municiones como las producidas por Schindler) y transporte. Schindler fabricaba lo primero y exigía lo segundo para "salvar" a sus "empleados". Los nazis, si algo ponían sobre el tapete a esa altura de la guerra, era el orden de prioridades y entre esas prioridades estaba el traslado de la fábrica de Schindler, tras lo cual es fácilmente deducible que la importancia de lo que allí se producía era vital para la máquina de guerra nazi. Habrá que olvidarse entonces de las ollas y los enlozados. Habrá que olvidarse de las "municiones defectuosas" para que los nazis no dispararan ni un solo tiro. Nada de eso. Schindler era una pieza fundamental aún a esa altura de los acontecimientos y todavía en esos comienzos de 1945 sus convicciones nazis y su terrible aprovechamiento del trabajo esclavo, eran marca registrada. No sólo no había el más mínimo gesto de arrepentimiento o humanidad (tan difundida desde la historia oficial), sino que su despótico y criminal sistema de abuso sobre miles de seres indefensos se incrementaba a diario.

A Schindler se le concedieron todos sus pedidos: se decidió el traslado de la fábrica de municiones, si bien no a los lugares que él mismo había propuesto inicialmente sino a la localidad de Brunnlitz, en la ocupada Checoslovaquia, su patria de origen, y como si fuera poco se puso a su entera disposición un convoy ferroviario (en total sumaban 250 vagones) para el traslado de sus "trabajadores", esos mismos trabajadores que en otros casos (cuando se habla hoy en día de otros empresarios alemanes) eran identificados como esclavos.
Schindler contaba además con una muy particular colaboración "interna". Se ha hablado mucho acerca de las personas que lo ayudaban a tener éxito en sus cometidos, e incluso se sabe de ciertos judíos que se encargaban de hacer la tarea y no siempre con fines humanitarios o filantrópicos. El nombre de Poldek Pfefferberg es uno de los que más se destaca de entre aquellos colaboradores, ya que era quien se encargaba de hacer que determinados "pagos" llegaran a los jerarcas nazis para conseguir sistemáticamente lo que Schindler pedía (aquí también jugó un papel fundamental el Joint judío del que hablamos con anterioridad). Las joyas, el dinero mal habido y, por supuesto, los favores sexuales de mujeres se incluían en la nómina de "monedas de pago". La colaboración "interna" (hablamos de algunos de sus "trabajadores") habrá que ubicarla dentro de un contexto no poco importante: el miedo, la necesidad de sobrevivir de algun modo y también la falta de escrúpulos. Hubo de todo (aunque el papel del Joint ha sido algo determinante y muy particular...). En este punto hay que entender también lo que pasaba por la mente de aquellas personas, cautivas de Schindler, presas y obligadas a trabajar para los nazis. El miedo al sufrimiento y a la muerte era algo más que entendible y aceptable a la hora de comprender también cierta "colaboración" con Schindler, el mandamás. De todos modos la "yunta" entre Schindler y algunos pocos judíos que lo rodeaban es algo digno de destacar en esta historia.
La lógica (empleada del mismo modo aún hoy en día para el traslado de presos desde una cárcel a otra...) indicaba que para hacer el traslado de personas de un lado a otro se debía confeccionar una lista. Eso mismo hacían todos y cada uno de los empresarios alemanes cada vez que se veían en una situación similar, por lo cual queda más que claro que "la lista de Schindler" no fue algo excepcional, sino que era el método obligado y pre-establecido por la burocracia nazi. Pensemos otra cosa: los nazis dejaban todo registrado, perfectamente ordenado. Las listas eran moneda corriente y nada fuera de los común y de hecho todos y cada uno de los "miles de Schindler" las confeccionaban.

Parte de la famosa lista de Schindler.


Los casi 1.100 esclavos de Schindler llegaron finalmente a Brunnlitz y un poco después, debido a un "error adminsitrativo" llegó otro convoy con unas 300 mujeres que habían sido enviadas desde su fábrica en Polonia a Auschwitz. Con toda esa gente a cuestas Schindler comenzó a acondicionar "otra fábrica adquirida", en este caso en Brunnlitz. La leyenda sobre el "salvataje" de Schindler en favor de esas personas llevadas en trenes hasta Brunnlitz se agigantó años después, pero lo concreto es que este "moderno pretendido San Pablo del Siglo XX", sólo quería a esa gente en Brunnlitz para seguir explotándolos en beneficio de la industria alemana y su propio bolsillo.
Recapitulando nuevamente: principios de 1945, un fabricante de municiones destinadas a los frentes de guerra, un viaje a Berlín (al centro mismo del poder nazi), una solicitud de trenes para transportar gente desde Polonia hasta Checoslovaquia (con lo necesario que era el transporte a esa altura de la guerra), una lista (habitual) de nombres para asegurarse que todos los esclavos que salían de Polonia llegaran a Checoslovaquia, el empleo de transporte muy importante y vital a esa altura de la guerra (trenes) sin la más mínima traba de parte del mando nazi y al mundo se le hace creer que Oskar Schindler era un benefactor humantitario que arriesgó su vida en pos de los demás. Una máscara que, a fuerza de contrastarla con hechos históricos, cae sola.

Para "mala fortuna" de Oskar Schindler, en mayo de 1945 (Schindler llevaba ya 15 años como afiliado nazi, como oficial SS y como integrante del servicio de contrainteligencia alemán...15 años) los soviéticos entraron también en Brunnlitz y a partir de allí sólo quedaba una cosa para hacer: escapar y abandonar a su suerte a sus esclavos. Eso hizo Schindler y allí, en las abandonadas (por él) instalaciones checas quedó la famosa "lista" con los nombres que pasarían a la posteridad como los de la gente, los judíos en su mayoría, que Oskar Schindler acababa de salvar. La famosa lista de Schindler, estaba en Brunnlitz para cotejar que todos y cadao uno de los esclavos salidos de Polonia ingresaran en la fábrica checoslovaca.
Schindler huyó de la escena vestido como un prisionero judío (al fin se ponía en los zapatos de sus explotados)... En su coqueto autos sport, con su "querida" Emilie, unos diamantes en su bolsillo y con la resistencia checa y los soviéticos pisándole los talones. Así huyó.

Otro dato: los nazis, y ninguno de sus acólitos y simpatizantes o colaboradores, confeccionaba una lista que incluyera personas para ser salvadas. A nadie en el régimen nazi se le ocurría una idea suicida semejante para dejar registrada su traición al régimen. Los miles de esclavos de Oskar Schindler no se salvaron por su intervención ni por la famosa lista confeccionada. Los esclavos judíos de la fábrica de Schindler se salvaron de una muerte segura porque los soviéticos llegaron a Brunnlitz y porque Schindler "se vió obligado a huír".

El "benefactor" huye a Argentina, enclave nazi en Sudamérica.
Las "vueltas de la vida". Mientras uno de sus socios en el maltrato y abuso de prisioneros esclavos, Amon Goeth, era colgado de la horca en el campo de Plazsow (Cracovia, Polonia) en 1946; Oskar Schindler gozaba de los beneficios de haberse establecido en la República Argentina del por entonces presidente Juan Domingo Perón. El surco de sangre, muerte y explotación llegaba desde Europa hasta la siempre acogedora y receptiva Argentina y así las cosas luego de la creación del Estado de Israel en 1948, las autoridades judías decidieron emprender la cacería sobre este criminal de guerra, devenido providencialmente "un converso arrepentido", el "justo entre las naciones". Extrañamente (sí, extrañamente) Israel liberó a Schindler de su persecución en 1955, cuando ya llevaba un largo rato lo más campante en Argentina. La historia se manipulaba de acuerdo a las circunstancias, movida por no pocos y pesados intereses, una vez más.
Sobre la llegada de Schindler a la Argentina, bien vale una aclaración: durante la Segunda Guerra Mundial quienes escapaban de Europa eran anti nazis, mientras que los que huían en la posguerra eran... precisamente los nazis. Oskar Schindler huyó en la posguerra y recaló en un nido de nazis y fascistas como lo era por entonces la República Argentina. En su huída desde Checoslovaquia, buscó frenéticamente eludir a las fuerzas soviéticas (que ceracaban Brunnlitz) y a la resistencia checa que lo buscaba desde sus inicios como agente del contraespionaje nazi en su país. Es que Oskar Schindler no sólo había confeccionado la famosa "lista" de sus esclavos destinados a la fábrica en Checoslovaquia, sino que había sido el responsable de centenares y centenares de otras listas que, como esa última, tenía fines nada humanitarios. Las listas de Schindler, tantas y tantas, contenían los nombres de las personas que había que mantener (de un modo u otro, por diferentes motivos) bajo control o que simplemente debían ser eliminadas. Las primeras listas que Schindler había confeccionado, primero en Checoslovaquia, luego en Polonia estaban destinadas a identificar a los opositores, a los resistentes al régimen nazi, entre ellos (y no sola y exclusivamente) judíos. Aquí debemos ser reiterativos: nunca, ningún nazi, bajo ninguna circunsatncia, confeccionó lista alguna para "salvar" gente. Si eso hubiese llegado a ser posible (salvar vidas humanas) no se contemplaba la posibilidad siquiera de incluír los nombres en una lista y firmarla. Eso era, para los nazis confesos como Schindler, un verdadero suicidio.


El "converso" Oskar Schindler y su esposa Emilie protegidos en Argentina.


De modo tal que la famosa "Lista de Schindler" no fue un monumento al sacrificio personal de su autor, una ofrenda sincera y desinteresadea, sino que fue una más de entre tantas listas que Schindler y miles de empresarios y fabricantes alemanes, nazis convencidos, practicantes y confesos, redactaban para tener control de los seres humanos que, simplemente, esclavizaban y hacía trabajar hasta la muerte, sobre todo a la hora de los traslados de los lugares de "trabajo".
Ese hombre fue el que huyó luego de la guerra y se instaló en la Argentina con su esposa Emilie. Pero claro, la larga trayectoria de traidor y oportunista de Oskar Schindler tendría un nuevo capítulo. Un tiempo después, cuando la inicial persecución del Estado de Israel se dio por terminada (alguna vez Israel debería explicar el inesperado giro en este caso...), Schindler regresó triunfal a su amada Alemania de posguerra, para seguir su vida alocada con alguna de sus amantes. Dejó en tierras argentina a su mujer Emilie, abandonada y con la falsa promesa de un regreso que nunca se produjo... Los años pasaron y, como si poco faltara, el cine (tantas veces falaz y mentiroso) de Hollywood llegó para aportar lo suyo. Steven Spielberg llevaba a la pantalla grande en 1993 la película "Shindler's list" (La lista de Schindler), mostrando a quienes no la conocían, la historia de un abnegado y humanitario empresario alemán que arriesgó su vida por salvar la de miles de judíos. Quienes conocieron a Schindler a través de esa tergiversadora película de Spielberg, quedaron asombrados y admirados. Pero quienes saben de la historia real, sintieron escalofríos ante semejante muestra de "acomodamiento interesado" de los hechos históricos. ¿Qué interesen se movilizaron detrás del film? ¿Quienes han promovido semejante alteración de la historia con la realización de un multipremiado film que muestra una parte mentirosa de la vida de Oskar Schindler? ¿Por qué se ha mentido tan impunemente con esa película? ¿Por qué se le da tan poco lugar a Emilie Schindler en la película de Sielberg? Las respuestas quedarán flotando eternamente en el enviciado aire de una conspiración y de no pocos intereses oscuros.

Tumba de Oskar Schindler.


Oskar Schindler falleció en Hidesheim, Alemania, el 9 de octubre de 1974 a los 66 años de edad. Su cuerpo reposa en el Cementerio Católico de Jerusalén. El Estado de Israel (Museo Yad Vashem) le ha conferido el título de "Justo entre las naciones", un reconocimiento que, a la luz de los hechos, resulta precisamente todo lo contrario: injusto. Alguien deberá explicar alguna vez las motivaciones para semejante tergiversación de la historia...

Emilie Schindler, tras unos años en Argentina, abandonada y engañada por Oskar Schindler, declaró que su último deseo era regresar a su amada Alemania y eso hizo. Murió en el Hospital Maerkisch-Oderland de Berlín en la noche del 5 de octubre de 2001, a la edad de 93 años. Se encuentra enterrada en el cementerio de Waldkraiburg, a una hora de distancia de Múnich. Su lápida incluye las palabras, "Wer einen Menschen rettet, rettet die ganze Welt" ("Quien salva una vida salva al mundo entero"). Un epitafio posiblemente adecuado para su tumba, pero inaceptable para la de su exposo.


Finalmente, un documento revelador: el certificado de ingreso de Oskar Schindler a la Argentina peronista en 1949, proveniente de Génova (Italia), desde donde se daba salida a la "Ruta de las ratas". El documento lo acreditaba como "técnico mecánico" al igual que otros nazis fugitivos. Un paper curioso, si es que se trataba de un  anti nazi protegido por los Aliados.




Marcelo D. García
Historias Lado B


Fuentes de consulta:
- www.ushmm.org
- "Oskar Schindler: fabricante de la muerte" (Alex Szaragat - Ed. Nuestra América, 2003)
- Memorias de Emilie Schindler
-Wikipedia.org
www.jdc.org
- "Ich, Oskar Schindler" (Erika Rosenberg - pág. 29, Herbig - 2000)

jueves, 19 de septiembre de 2013

Ami Käfer: El ataque norteamericano con escarabajos a las plantaciones de papa de Alemania Oriental

Una vez culminada la Segunda Guerra Mundial, el conflicto entre las potencias del Este y del Oeste se transformó en la llamada Guerra Fría. Estados Unidos y la Unión Soviética se enfrescaron en una guerra en la que prácticamente no hubo acciones bélicas directas y tradicionales, pero que marcó una época signada por acontecimientos singulares, ejércitos de espías, presión psicológica, una tensión permanente, creciente y sostenida. Los enfrentamientos en los campos de batalla dieron lugar a otros en lugares y circunsatncias muy diferentes. Los agricultores de Zwickau, Alemania Oriental, pudieron dar testimonio de eso. En la otra vereda las sospechas de un auto ataque alemán tampoco pueden ser descartadas... La "creatividad" al servicio de la democracia occidental. Aquí la historia.


Los "escarabajos yanquis" al ataque sobre Alemania Oriental.



El 23 de mayo de 1950 los agricultores de la localidad de Zwickau llevaron su mirada hacia el cielo de la apacible localidad de Sajonia, en Alemania Oriental (o República Democrática de Alemania). No pretendían otear el horizonte o ver el aspecto de las nubes para hacer su propio pronóstico del tiempo: el sonido atronador de bombarderos de la aviación de los Estados Unidos les llamó poderosamente la atención. Eso era lo que sucedía. Los fantasmas de la no tan lejana Segunda Guerra Mundial volvían a sobrevolar sobre sus pobres humanidades. Aquella Alemania Oriental bajo dominación de los soviéticos no estaba en paz, ni mucho menos. Los norteamericanos, por las dudas, se encargarían de mantener el status quo...

La Guerra Fría, en nada comparable con el sangriento, feroz y violento conflicto que había culminado (¿había finalizado realmente?) en 1945; no daba lugar para el descanso y así las cosas la tensión que generaban las "miradas de reojo" y el creciente y constante rearme entre las potencias dominantes, nada bueno hacía presagiar. Pero aquel día de mayo de 1950 las cosas llegaron muy lejos para ellos, simples y modestos agricultores dedicados a cultivar la papa, principal fuente alimenticia de la cadena alimenticia de la Alemania Oriental por aquel entonces...
Los aviones norteamericanos surcaron el cielo alemán mientras los agricultores de Zwickau no lograban explicarse aquella indeseable presencia. Las respuestas llegaron al día siguiente. Al recorrer las plantaciones de papa que ellos mismos se encargaban de cuidar a diario, se dieron cuenta de la triste y angustiosa realidad: los aviones norteamericanos habían exparcido miles y miles de escarabajos de la papa, insectos que para sus plantaciones, su economía y su subsistencia diarias, eran sencillamente letales y devastadores.


Afiche contra la invasión norteamericana de los"Ami Käffer".



Situaciones similares comenzaron a producirse a diario y a lo largo de varias jornadas, en diferentes localidades de la Alemania Oriental. Había una coincidencia fatal: sobrevuelo de aviones norteamericanos; campos con plantaciones de papa e invasión repentina de escarabajos. Resultado final: cosechas desperdiciadas y una parte importante y casi vital de la alimentación básica de los alemanes orientales de aquellos años tirada a la basura una y otra vez. La economía de posguerra de la "Alemania comunista" podría comenzar a despedazarse paulatinamente con acciones similares, la Guerra Fría mostraba una nueva faceta del "combate" y , una vez más, las víctimas eran civiles, inocentes de toda inocencia, ciudadanos comunes y corrientes al margen de los tejes y manejes de los poderosos, sean de un bando o sean del otro.
El gobierno alemán del Este tomó cartas en el asunto e investigó exhaustivamente todo lo posible sobre aquellos "bombardeos no convencionales", llegando a una conclusión tajante: la Fuerza Aérea norteamericana estaba exparciendo sistemáticamente cantidades impresionantes de escarabajos que atacaban las plantaciones de la papa sobre los campos de la Alemania Oriental.
Las autoridades alemanas se embarcaron entonces en una aguerrida campaña de propaganda destinada a la población que se veía afectada por la lluvia de escarabajos. La principal fuente de alimentación de la Alemania del Este estaba seriamente en peligro y con eso, la subsistencia de la mayor parte de su población.


Afiches alemanes contra los "Ami Käffer".


Mediante afiches, panfletos, volantes y avisos en diferentes publicaciones se comunicó a los alemanes que se estaba ante la invasión de los "Ami käffer", o los "Escarabajos yanquis", quienes se estaban encargando de devastar el medio de vida de los campesinos y privando de buena parte de su principal fuente de alimentación a un país entero. Estados Unidos había encontrado la mejor manera de invadir la Alemania "roja" y lo hacía no ya con un ejército de soldados humanos, sino con batallones enteros de escarabajos hambrientos.


Los campesinos de Alemania Oriental, víctimas de los "Ami Käffer".


Los letales "Ami käffer" habían logrado sus cometidos y la emblemática "democracia" occidental de la bandera con barras y estrellas volvía a mostrar su "mejor cara" a la hora de castigar a las poblaciones civiles con el objetivo de desmoralizarlas y, en definitiva, complicarles la vida del modo más efectivo.
Como tantas veces ha sucedido a lo largo de la historia (la oficial...), estos bombardeos no tradicionales pasaron al rincón (bien oscuro y alejado) de los recuerdos gracias a los insistentes esfuerzos norteamericanos. No hubo en ese caso investigaciones exhaustivas, comisiones investigadoras o misiones humanitarias para liberar a la maltratada población civil de aquellas atrocidades que, en menor medida, eran comparables a las malas intenciones de masacres como la de Dresden o incluso las de Hiroshima y Nagasaki. El emblema de la "democracia occidental" mostraba sus garras, las mismas garras del águila norteamericana, deseosa de sangre, aunque esa sangre brotara de las venas de seres inocentes e indefensos.
Todo en nombre de la libertad, por supuesto.



Marcelo D. García
Historias Lado B


domingo, 15 de septiembre de 2013

Rupert Murdoch y Lord Rothschild: Los Barones del petróleo de la Siria ocupada

Crisis en Siria. Amenazas constantes de invasión militar norteamericana disfrazada impunemente con la palabra "intervención" y las oscuras verdaderas intenciones "ocultas a la vista de todos". Estados Unidos, Isarel y un plan que, tal como viene sucediendo desde hace mucho tiempo, pretende hacer confundir los intereses económicos con la lucha por libertad y la democracia. Nada más lejos de eso. El periodista norteamericano de investigación Christopher Bollin analiza de manera detallada, cruda y sin vueltas la conflictiva situación en Siria y los verdaderos motivos del avance de las fuerzas de Estados Unidos y sus cómplices. Elija usted: el realto oficial o la historia real...


Rupert Murdoch, Jacob Rothschild y Efraim Eitam.


Periodismo inescrupuloso:
FOX News apoya la acción militar contra el gobierno de Assad de Siria, pero no informa a su audiencia que el dueño de dicha red, Rupert Murdoch, es el co-propietario de una compañía de exploración de petróleo que está explotando ilegalmente los recursos de la zona de Siria ocupada por los israelíes.

Rupert Murdoch y lord Jacob Rothschild son accionistas principales en Genie Energy, una compañía dirigida por israelíes a la que le han sido concedidos los derechos de exploración para encontrar petróleo y gas en la mitad Sur de las ocupadas Alturas del Golán (1) (Ocupación israelí).

Efraim "Effie" Eitam es el presidente de Genie Israel Holdings, Ltd. (http://genie.com/about-us/management/), la empresa controladora que supervisa las actividades de Genie Oil & Gas en Israel. Eitam es un general de brigada (de la reserva) en el ejército israelí y sirvió como ministro de vivienda y construcción bajo el Primer Ministro Ariel Sharón. En una entrevista con Ha'aretz en 2002 Eitam calificó a los ciudadanos palestinos de Israel como "una bomba de tiempo" y un "cáncer".

En 2004, Eitam calificó a los palestinos como "fuerzas oscuras", y le dijo al The New Yorker que "tendremos que matarlos a todos". Éste es el presidente de la compañía en la cual Rupert Murdoch y lord Rothschild son accionistas principales.

Millones de estadounidenses consiguen sus noticias de FOX News, el Wall Street Journal, o por medio de alguna otra publicación de noticias poseída por Rupert Murdoch.

FOX News y las publicaciones de noticias poseídas por Murdoch generalmente apoyan la acción militar estadounidense contra Siria, pero ellos no informan a sus espectadores y lectores que el señor Murdoch tiene un interés personal en la guerra con Siria.

Rupert Murdoch es el co-propietario de una compañía israelí-estadounidense a la que le han sido concedidos los derechos para explorar si hay petróleo en las Alturas del Golán, tierra siria ocupada por los israelíes. Es muy poco ético que FOX News no revele esta información a su audiencia.

Israel ha concedido derechos de exploración petrolera dentro de Siria, en las Alturas del Golán ocupadas por los israelíes, a Genie Energy. Rupert Murdoch y lord Jacob Rothschild son accionistas principales de Genie Energy, que también tiene intereses en cuanto al gas en Estados Unidos y sobre el petróleo en Israel.
Dick Cheney está también en el consejo consultivo de la compañía.

Es ilegal, conforme a la ley internacional, que Israel conceda derechos de exploración de petróleo en territorio ocupado, como Craig Murray escribió en su artículo de Febrero de 2013 "Israel Concede Derechos Petroleros en Siria a Murdoch y Rothschild":
"Que Israel procure explotar reservas minerales en las ocupadas Alturas del Golán es claramente ilegal en la ley internacional. Japón fue exitosamente demandado por Singapur ante la Corte Internacional de Justicia por la explotación de los recursos petroleros de Singapur durante la Segunda Guerra Mundial.
Se ha desarrollado el argumento en la ley internacional de que un poder de ocupación tiene derecho a hacer funcionar pozos de petróleo que estaban funcionando previamente y que eran manejados por el poder soberano, en cuya posición el poder de ocupación está ahora.
Pero no hay absolutamente ningún desacuerdo ni entre las autoridades ni en la jurisprudencia en cuanto a que la perforación de pozos nuevos - para no mencionar el fracking (2) - por un poder de ocupación es ilegal".

"Israel intentó hacer la misma movida hace veinte años pero se vio obligado a dar marcha atrás tras una fuerte reacción del gobierno sirio, que consiguió el apoyo diplomático de Estados Unidos. Israel está ahora buscando tomar ventaja de un debilitado Estado sirio; esta medida tal vez arroja una nueva luz sobre los recientes bombardeos israelíes sobre Siria".

El hecho de que Jacob Rothschild y Rupert Murdoch hayan invertido en esfuerzos de exploración de petróleo en la Siria ocupada sugiere que ellos apoyan el derrocamiento del gobierno de Assad en Damasco a fin de debilitar a Siria y dividir a dicha nación de modo más o menos parecido a como Yugoslavia fue desmembrada en los años '90.


Christopher Bollin
www.Bollin.com


Referencias:
(1): Los Altos del Golán (רמת הגולן, Ramat ha-Golan, árabe: هضبة الجولان Haḍbat al-Ŷulān) son una meseta ubicada en la frontera entre Israel, Líbano, Jordania y Siria de unos 1800 km², de los cuales aproximadamente 1200 km² están ocupados por Israel (Resolución 242) y reclamados por Israel y Siria. Israel conquistó este territorio a Siria durante la Guerra de los Seis Días (1967) y, de nuevo, en la Guerra de Yom Kipur (1973). La Organización de las Naciones Unidas, a través de la Resolución 242 de su Consejo de Seguridad, adoptada por unanimidad, lo considera «territorio ocupado». Israel, en cambio, lo considera «territorio en disputa», y del que aceptaría retirarse bajo un tratado de paz. Desde entonces, es parte del conflicto árabe-israelí y crucial en las negociaciones de paz entre Siria e Israel. Aunque formalmente no han sido anexados, sí han sido integrados en el sistema administrativo israelí desde 1981. Para Siria, los Altos del Golán pertenecen a la unidad administrativa de Qunaytra. Una pequeña parte de los Altos del Golán, las Granjas de Shebaa, es reclamada por el Líbano; mientras Siria acepta esta reclamación, Israel y la ONU la rechazan. El nombre Golán es polisémico y designa tanto a una región geográfica e histórica como a los territorios que Israel le conquistó a Siria en 1967.

(2): El fracking o fractura hidráulica es una técnica en la cual una mezcla de agua y arena es forzada hacia abajo por un pozo de petróleo (o similar) con el fin de crear fracturas en la roca que contiene petróleo y con ello liberar más petróleo.

Fuentes:
- Effi Eitam, Wikipedia, 2 de Septiembre de 2013: http://en.wikipedia.org/wiki/Effi_Eitam#cite_note-13 
"Israel Concede Derechos Petroleros en Siria a Murdoch y Rothschild", por Craig Murray, 21 de Febrero de 2013. http://www.craigmurray.org.uk/archives/2013/02/israel-grants-oil-rights-in-syria-to-murdoch-and-rothschild/
- "Los Líderes Financieros y de Negocios lord Rothschild y Rupert Murdoch Invierten en Genie Oil & Gas", comunicado de prensa de IDT Corp., 15 de Noviembre de 2010 http://www.idt.net/about/press/story.aspx?id=41777
- Administración de Genie Oil and Gas http://genie.com/about-us/management/
- Consejo Asesor Estratégico de Genie Oil and Gas http://genieoilgas.com/about-us/strategic-advisory-board/
- http://www.bibliotecapleyades.net/

domingo, 1 de septiembre de 2013

El negocio de la guerra: John Kerry y Bashar Al Assad cenando juntos en 2009

2009: John Kerry y Bashar Al Assad cenando plácidamente con sus respectivas esposas en Siria.


Mientras el mundo mira hacia Oriente Medio y sigue (casi como si se tratara de un tétrico juego de estrategias) el derrotero impreciso de la coalición integrada por los colonialistas Estados Unidos y sus cómplices en pos de conseguir sus objetivos geopolíticos en lo inmediato, mientras las acusaciones de uso de armas químicas de parte del "régimen" sirio contra civiles indefensos e inocentes de toda inocencia y los abusos de un lado y de otro siguen adelante, la gente común (la que en definitiva está al margen de todo tipo de negocios oscuros que son en el ABC de todas las guerras) sigue sin poder ver ciertas cosas. 
Los enemigos de las teorías conspirativas se empeñan en seguir haciendo creer que eso de "haz lo que yo digo pero no digas lo que yo hago" no cuenta para los conspícuos e inmorales integrantes de la elite mundial que se dedica a manejar los destinos del mundo desde el gobierno invisible.
Así como en otras épocas los "enemigos" en los campos de batalla eran buenos socios tras bambalinas, en la actualidad esa "escuela" ha prendido sobremanera. Allá lejos y hace tiempo cuando gobernantes, políticos y empresarios "democráticos y occidentales" pactaban y hacían grandes negocios, entre otros, con Adolf Hitler, mientras en público se llenaban la boca hablando sobre los crímenes y las atrocidades cometidas por el tirano dictador alemán, en la actualidad las cosas no han cambiado demasiado.
Varían los escenarios, la coyuntura, los protagonistas, pero el sistema es exactamente el mismo. Decir una cosa y hacer puntualmente lo contrario. Desde hace muchos años asistimos a una nueva "Guerra Santa". Occidente contra Oriente. El bien contra el mal. La civilización contra la barbarie. La democracia contra las tiranías. Todo con una adornada carcaza de deseos libertarios y bienestar, pero con un único objetivo en común: los negocios. Eso es la guerra.

Los sucesivos gobiernos de Estados Unidos se han empeñado sistemáticamente desde hace largo rato en adoctrinar a propios y a extraños, a ponderar las virtudes de la cultura norteamericana y tratar sea como sea de imponer no sólo su estilo de vida sino también lograr el objetivo de llegar hasta los más "oscuros rincones del planeta" (así se refiere la política central norteamericana a los países que no comulgan con sus deseos expansionistas), pisar fuerte, generar conflictos internos, llamar la atención internacional, generar dudas sobre el "régimen" imperante, colmar los medios "informativos" con horas y horas de acusaciones sobre vejaciones, violaciones de los derechos humanos, uso de armas de destrucción masiva, armamentos químicos prohibidos y tantas otras cosas más. Así minan un terreno en el que luego hacen de las suyas. Y la gente les cree, por supuesto.

El caso de Siria, tan en boca de todos en los tiempos que corren, no es la excepción. Tras décadas de poder concentrado en la familia Al Assad, los sirios siguen siendo hoy en día un hueso duro de roer para los norteamericanos y sus (también) "regímenes" aliados.
Tras la mentira flagrante de los Aliados occidentales sobre las poderosas e inexistentes armas de destrucción masiva en Iraq, todo lo cual derivó en la invasión del país mesopotámico, el derrocamiento de Saddam Hussein y su posterior salvaje ejecución en la horca, luego llegaron otras acusaciones "comprobadas" por los norteamericanos que derivaron pura y exclusivamente en desastres y guerras civiles sangrientas. Libia, Afganistán, Egipto. Irán en la mira, aunque con ciertas reservas y ahora Siria.
Lo de Siria interesa a los intereses norteamericanos, pero hay que "hacerlo volver a los carriles normales" a Bashar Al Assad.
Tras la muerte de sus padre y ante el fallecimiento inesperado de su hermano, heredero "natural" de la "dinastía" Al Assad, fue Bashar Al Assad quien asumió la presidencia de Siria como cabeza del partido Partido Baath Árabe Socialista. Instruído y formado en el Reino Unido, Bashar Al Assad supuso inicialmente un giro "democrático" en Siria cosa que luego no se dio en la medida que esperaban las potencias occidentales. Finalmente, lo sabido. Un Al Assad que no concedió ninguna aceptación y apertura para la oposición y, lo fundamental, un proceso que lejos de pactar con Occidente y serle util a sus intereses económicos y geopolíticos, se hizo más fuerte, más cerrado y en consecuencia no se las "hizo fácil", sobre todo a los norteamericanos. Y la "paciencia" tiene un límite. Si Al Assad no permite a Occidente quedarse con los recursos naturales de Siria (ese el el tema en cuestión), entonces habrá que actuar en consecuencia: léase, invasión. Siria tiene petróleo y gas, entre otras cosas, por lo cual resulta súmamente interesante para los objetivos geopolíticos y comerciales norteamericanos. Como cubierta de la operación están las excusas de las armas químicas y la barbarie musulmana. Cartón pintado, van por los recursos.

Tal vez sea eso mismo lo que estaban discutiendo el (por entonces) senador demócrata, hoy devenido Secretario de Estado norteamericano, John Kerry y el ya casi eterno presidente sirio Bashar Al Assad en un lujoso restaurant de Siria junto a sus esposas en 2009...
Tal vez estuvieron discutiendo todo eso...


Marcelo García
Historias Lado B